sábado, 21 de enero de 2023

21 de ENERO EL TIEMPO PASA VOLANDO

 

El 6 de enero realizamos el encuentro de Navidad de los componentes de la comisión de Pastoral Spocial de nuestro Vicariato. La presencia femenina es aplastantemente mayoritaria. Creo que esto sucede en todas partes.
El 14 de enero tuvimos una gran fiesta en el Vicariato. Alex Quisirumbai fue ordenado      sacerdote por nuestro obispo, Mons. Adalberto. Alex permaneció largo rato, mientras rezábamos la letanía de los santos, postrado sobre la tumba de nuestros mártires Alejandro e Inés. 


miércoles, 4 de enero de 2023

4 de enero DESPIDIENDO A CARLOS AJÓN



 Estos días de finales y comienzo de año han sido especialmente intensos por un motivo que nos ha tocado muy dentro y que lo explico en el poema que a continución escribo.

Carlos, naciste para ser líder.

Tu querida Amazonia la veías

más maltratada cada vez

y tú no podías soportar esto.

Sereno, tranquilo y sabio,

pero convencido de tu misión:

gritar al mundo que nos están matando.

Y eso fuiste a decirlo en Europa

a todos los congregados

en la ONU (Organización de las Naciones Unidas)

y ya de vuelta hacia Ecuador,

no llegaste a contarnos tu experiencia aquí.

Estamos dolidos, rotos, afectados

por tu temprano adiós.

Pero estamos convencidos de que Dios,

Nuestro Padre Dios,

Te ha recibido ya para siempre en sí.

Seguiremos luchando

por la causa que tu defendías,

porque también es la nuestra.

Unidos para siempre contigo.

Un fuerte abrazo, amigo.

A tu familia, tu mujer e hijos

No los abandonaremos,

porque Carlos,

ellos son también nuestra familia.

Adiós. Hasta siempre.

Carlos era un joven líder -34 años- de la etnia kichwa. Convencido de que la lucha contra las grandes compañias extractoras de petróleo, oro y madera era el único camino posible para preservar nuestra Amazonia de todos los depredadores que la están esquilmando. En nuestro convento de Donostia-San Sebastián entregó su vida, sin darse cuenta -según dijo la médico que lo observó- el 7 de enero. El que descubrió el desenlace fué nuestro querido obispo, monseñor José Adalberto Jiménez. La situación que ha vivido desde entonces, ha sido de mucha tensión, nerviosismo y oración. Desde ese día todo fue una continua carrera contra reloj, pero las cosas se han sucedido con mucha lentitud, hasta que, por fin, llegaba su cadáver a nuestra ciudad de Coca, en la madrugada del 1 al 2 de este mes de enero. Estuvimos velado su cadáver en nuestra catedral y tras la celebración de la eucaristía, y en una caravana de unos diez carros, lo fuimos acompañando hasta su comuna, donde fue velado de nuevo. La llegada a la comuna fue muy emocionante, pues allá estaban esperando la mujer e hijos, los padres y hermanos. Ayer día 3, y tras la celebración de la eucaristía, que duró dos horas y media y estuvo cargada de emociones y bellas palabras hacia Carlos, fuimos en procesión a enterrar su cadáver en el cementerio del pueblo. Hemos vivido mucha tensión y emoción durante todos estos días y ayer, por fin, llegó la paz sobre su tumba.

En la sala de la reconcilición  de Loiola, a la izquierda Mons. Adalberto y a la derecha, Carlos Arjón  




lunes, 2 de enero de 2023

2 de ENERO DEL 2023 DIAS LLENOS DE INTENSIDAD



 Comienzo este informe de hoy con una información aportada por Txarly Azkona, capuchino como yo y un hermano que lleva muchos años luchando por la buena vida (sumak kawsay) en Ecuador. Su reflexión expresa la dura realidad que vivimos en este país.

Hemos celebrado el 10 de diciembre el Día Internacional de los Derechos Humanos y hemos visualizado las violaciones de los derechos a la vida, a la educación, a la salud, al trabajo, al buen vivir, al agua, a una vida digna… Los derechos humanos están pisoteados. Más del 40% de los ecuatorianos viven en la miseria. Más de 700 mujeres han sido asesinadas este año, dos mujeres por día. Los indígenas y negros son las poblaciones más empobrecidas del país. Los niños sufren desnutrición crónica, lo que les imposibilita tener buena salud y educación adecuada. La represión hacia las protestas pacíficas ha dejado una docena de muertos y muchos heridos y el gobierno no ha prestado ninguna ayuda a los familiares de muertos y heridos. Los jóvenes son los más afectados en los aspectos de educación y empleo; esto es preocupante, porque la emigración a otros países va en aumento constante. Estamos llegando a la criminalización de la protesta y la preocupación de los defensores de los Derechos Humanos y de la naturaleza es cada vez mayor. Ante tanta injusticia amparada por las instituciones, solo queda la resistencia. El Ejecutivo trabaja para la clase privilegiada, los empresarios, las transnacionales y los intereses de EEUU, dejando en el abandono al resto de la población. La salud, la educación y la vivienda tienen unos presupuestos muy escasos y no se ejecutan ni en la mitad de lo presupuestado. No hay obra pública tampoco. En una palabra, no sentimos abandonados y saqueados. El 70% de la población no tiene un empleo asalariado. Esto favorece la venta de drogas y la violencia ya es incontrolada. El gobierno quiere lograr ganancias ilimitadas y mete la mano en las instituciones que pueden fiscalizarle, compra las voluntades de asambleístas e impone las autoridades de control. Los medios de comunicación están al servicio de los grandes del país, ocultando información y manipulando a los oyentes. Nos encontramos ante una dictadura de hecho, que roba, miente, corrompe, reprime y persigue a los que reclaman la implantación de los Derechos Humanos. La población está indefensa ante las instituciones, que deberían protegerla. A lo largo del año ha habido más de 400 muertos en las cárceles del país. Esto nos habla de impotencia, indignación y vulnerabilidad. Llama la atención que poca gente se organiza para enfrentarse a esta realidad. Debido a una educación de bajo nivel y la manipulación de los medios de comunicación, la indiferencia de la mayoría de los ecuatorianos, el individualismo y la insolidaridad son muy palpables. Todo esto hace que el gobierno haga su capricho.

Como ves, hay mucho trabajo que realizar para llegar a vivir en el sumak kawsay -término acuñado en Ecuador a finales de los 90 del siglo pasado-. Esta es una propuesta política que busca el bien común y la responsabilidad social, haciendo efectiva la concepción de la vida según criterios kichwas.

Grupo que participamos en la quema del año viejo
Para daros un poco de envidia a los que estais en tierras de la "piel de toro", fijaros en la ropa que teníamos a esas horas de la noche. Aquí se vive dos veces.

Quema del año viejo
El 31 de diciembre, a las 22 horas quemamos un muñeco, elaborado con pepeles de periódico y hojas de plátano -fruta abundante en nuestra Amazonia-. Todos los años el muñeco representa a alguien de los que habitamos en el Vicariato. Esta vez se refería a un misionero argentino -Iván-. Este muñeco no tiene en sí una connotación negativa, sino que lo que deseamos es que al acabar "su vida" dando luz, nos ilumine de cara al año entrante. Cada uno de nosotros fuimos expresando un deseo para´logralo el año próximo.

Mañana os informaré de algo que nos ha tocado muy dentro.