Aquí vemos una vasija de barro de la cultura omagua. Representa a una mujer en cuclillas.
Cuando moría alguien se le enterraba en la tierra, desnudo. Pasado un tiempo prudente, se desenterraba y sus huesos se colocaban en una vasija de barro, cuya altura la daba la longitud del fémur, el hueso más largo que tenemos los humanos.
Cuando moría alguien se le enterraba en la tierra, desnudo. Pasado un tiempo prudente, se desenterraba y sus huesos se colocaban en una vasija de barro, cuya altura la daba la longitud del fémur, el hueso más largo que tenemos los humanos.
Otra vasija de barro. En este caso contendría los huesos de un hombre.
Vasija para contener el agua
Pequeñas vasijas de barro
En la entrada al vicariato, monseñor José Adalberto Jiménez, capuchino y obispo de nuestro vicariato, ecuatoriano, y mons. Cob, del vicariato de Pastaza, natural de un pueblito de Burgos.Procesión hacia el lugar de la celebración de la eucaristía. Los que abren la marcha son kichwas, ellos y ellas. Los hombres tocan la flauta y el tambor, propios de la cultura kichwa. Un poco más lejos, y ataviados con plumas en sus cabezas, aparece un grupo de waos.Danza de mujeres waos a la derecha y de mujeres kichwas a la izquierda.
Ceremonia de la limpia. Al comenzar la eucaristía, una mujer o un hombre restriegas bien nuestros cuerpos y aventan después unas ramas para expulsa la maldad de nuestras personas. El que está arrodillado se llama Jose Mari Sádaba y es un hermano de mi comunidad. Lleva más de 40 años en nuestra selva amazónica.