jueves, 30 de noviembre de 2017

29 de noviembre del 2017

A las 10h. me encuentro con los padres de Maira, una mujer que conocí en Bilbao y cuya boda celebré hace ya unos años. He hablado con ella también por watshap, pues se encuentra en París.

A las 10,30h. salgo con Vilma a dar una vuelta por la ciudad. Nos encontramos con el obispo de Riobamba, D. Julio Parrilla Diaz, español. Le conocí el verano pasado en Otxarkoaga. El ha pertenecido muchos años al movimiento de Adsis en España. Es un señor de trato muy agradable y con la cabeza muy bien puesta. Hemos tenido un bonito encuentro con él.

Hemos visitado la catedral. Es un bello edificio, con su portada del siglo XVI y el resto del siglo XIX. Se encontraba cerrada y no la hemos podido apreciar en su interior. Hemos tomado ceviches de chocho (compuestos por altramuces, cortezas de cerdo y un guiso de cebolla, tomate y pimiento).
Hemos pasado por el parque Sucre y hemos estado en el mercado de la Merced. También hemos sido testigos de una manifestación de indígenas de la zona, en la que se pedía la destitución del ministro de la Seguridad Social del país, pues le acusan de no llevar bien su gestión de gobierno. 

En la terminal de autobuses he comprado un billete para volver a Coca. Tengo ganas de volver a casa y centrarme ahí en los últimos días de mi estancia en Ecuador.

A las 13,30h. volvemos a almorzar con esta linda saga de los Arévalo. Estoy muy a gusto con ellos.

A las 16,30h. vamos a Licto. Allí se encuentra la Vicaria de pastoral indígena. Nos encontramos con un buen grupo de gente de la Vicaría y otros originarios de Méjico, de cuyo país era una misionera fallecida el mes pasado. Nos acogen muy bien y hablamos con un sacerdote de esta misión, apellidado Vera y que es toda una institución aquí. Hace mucho frío en estos parajes situados a más de 2.800 metros de altura.

Volvemos a casa de los Arévalo y después de merendar, nos vamos despidiendo. Surgen los lloros de emoción,sobre todo en la abuela de la familia. Nos hemos encariñado en estos dos días y medio que hemos compartido.

A las 20,30h. voy a la terminal de autobuses con Luis y Vilma. Aquí suceden también las emociones y abrazos de despedida. ¿Nos volveremos a ver? 
.
Esta es la fachada de la catedral de Riobamba, de la que fue titular Monseñor Proaño,
el obispo delos indígenas.
Edificio de la municipalidad de Riobamba.
Concentración de indígenas ante el gobierno de la Provincia.
Oto momento de la manifestación.
Los manifestantes empiezan a caminar con la bandera del Ecuador al frente.
Cartel ilustrativo del mercado de la Merced y un plato típico, la fritada.
Sentado con los padres de Maira. En primer plano el perro de la saga de los Arévalo, un can encantador.
Esta es la iglesia de Licto. 
Una vista de los locales del Vicariato. 




 







miércoles, 29 de noviembre de 2017



En la entrada a Cacha se ve este bello puente con motivos kichwas
Esta es la imagen del último hielero del Chimborazo, un hombre que a sus 67 años sigue la
tradición de subir la ladera del Chimborazo hasta una altura de 4.700 metros y cortar
trozos de hielo que después los bajará hasta Riobamba, para venderlo en restaurantes de la ciudad.
28 de noviembre del 2017

A las 9,30h. de la mañana he salido con Vilma y su padre a realizar un recorrido por los lugares originarios de la familia. Hemos estado en los pueblos de San Gerardo, Santa Teresita y Guano. Ella nació en San Gerardo, la antigua Paquicahuan. Hemos estado con su familia y hemos visto jaulas de cuyes -unos animales muy bonitos y juguetones. También, la señora de la casa nos ha mostrado cómo se realizan las esteras y para mañana me va a hacer una pequeñita. En un restaurante hemos tomado un plato de fritada -carne de cerdo, mote o maiz, maduro o platano frito- y bebido la bebida llamada la chicha huevona.

En Guano, la población mayor de las visitadas esta mañana, hemos estado en el parque y paseado por la población, que es muy acogedora. En el museo de Guano hemos visto la momia de este pueblo, que pertenece a Fray Lázaro, primer guardián del convento de los franciscanos de la Asunción de Guano, fallecido en 1.572.

A las 13,30h. nos hemos reunido para almorzar un buen grupo de personas, la saga de los Arevalo.

A las 15h. he ido con Vilma, sus padres, su nietito y Luis a Penipe. En esta población hay un centro de grandes discapacitados, 57 muchachos y muchachas, todos ellos abandonados por sus progenitores en diversas circunstancias y que son atendidos por una comunidad de monjas de nombre Franciscanas de la Caridad, fundadas por un cura colombiano, Jaime Alvarez. La vida de las 17 hermanas que componen esta comunidad nos ha impactado en su entrega y alegría de vivir entregadas a estos muchachos, cuya situación física es muy deteriorada.  La situación económica de esta comunidad es muy dura, pues el Gobierno solo responde a los gastos de manutención. Llegan a lavar la ropa muchas veces en el río, pues no disponen de una lavadora industrial necesaria para afrontar esta labor.

De vuelta a la ciudad, voy con Vilma a la terminal de autobuses, con el deseo de sacar un billete para ir a Cuenca mañana. Pero mañana hay huelga de transporte en todo el país y será imposible. Me quedo pues sin ver la ciudad más bonita del país.

Después voy con Luis, Vilma y sus padres a ver Riobamba desde un mirador situado en la población de Cacha. Es de noche ya, aquí sigue anocheciendo a las 6 de la tarde, pero la ciudad iluminada en toda su extensión, se ve preciosa. A la bajada, en un local tomamos tortillas de piedra -deliciosas tortillas de maíz asadas en piedra volcánica del Tungurahua-.

De vuelta a casa merendamos y hacemos un rato de oración, tomando el pasaje del Buen Samaritano y expresando los sentimientos que nos ha producido el texto y la experiencia vivida esta tarde en el centro de Penipe.
En plena calle de Riobamba, un grupito de cabras son ordeañadss y la leche se vende en vasitos. 
Iglesia de san Gerardo María Mariela en el pueblo de San Gerardo. 
La señora del centro viste las ropas típicas de la zona rural de esta provincia del Chimborazo. 
En chozas de este tipo vivía la gente hasta hace unos 30 años y todavía viven algunas familias.
En casa de unos familiares de Vilma me  encontré con esta criatura tan linda, que cuando
le comencé a cantar el Aurtxo Polita se quedó absorta. ¡Precioso! 
La señora de la casa nos enseñó cómo elabora las esteras de totora.
Esta es una estera de totora. Se utilizan como adornos en paredes, como alfombra e incluso
como colchón.
En esta casa hay varias jaulas de cuyes. Son animales muy bonitos.
Una vista más cercana de los cuyes de esta granja.  

A mi derecha, la hija de esta familia. Ella elabora vestidos tan preciosos como este,
destinados para las fiestas de las quinceañeras.


Esta es la entrada al centro de grandes discapacitados de Penipe. 
Las hermanas están dando la merienda a los niños más jovencitos del centro.
Este es uno de los Belenes colocados en el centro.
Y este es otro, con unas figuras enomes.
A la salida de Riobamba se encuentra esta estatua de La Holla. Está construida sobre cemento
y cubierta con mosaicos que presentan motivos kichwas. 
 
  



martes, 28 de noviembre de 2017

27 de noviembre del 2017

A las 7 de la mañana nos reunimos Paulino y yo para orar con los Laudes del día y desayunar. Después me lleva a la terminal de autobuses, después de hacer un recorrido por la ciudad,viendo su hermososo río.

A las 8,30h. salgo en bus hacia Ambato. Pasamos por La Maná, en donde veo un enorme mercado de productos hortícolas. Ascendemos, por una estrecha carretera, los Andes. Los paisajes son preciosos, pero desgraciadamente no puedo sacar ni una sola foto por tener decargado el móvil. Otra vez será.

Pasamos, al bajar de los Andes, por Latacunga, una enorme planicie, muy rica en agricultura. Aquí cominza una autopista en la que se disfruta de una buena velocidad. Pero la información que nos dió el señor de la ventanilla en Quevedo se la debió sacar de un sueño de mal agüero, pues nos dijo que llegaríamos para las 11,30h y son las 14,15 h. cuando lleganos a Ambato.

A continuación, y sin más tiempo que perder, subo al bus que me llevará a Riobamba, donde en la terminal me esera mi amiga Vilma con su nieta Génesis; una niña de 12 años que parace que tuviera 16. El total del tiempo pasado en el recorrido ha sido de 7,30 horas. Bueno, el Ecuador es preecioso, pero hay que recorrerlo  con calma.

Con Vilma y Génesis voy a la casa de la familia, en donde me reuno con los padres, hijos e hija. Me encuentro como en mi propia familia en este ambiente tan cercano y acogedor.

A las 16,30h. salgo con Vilma y Luis, viejos amigos ambos desde hace 18 años, -en Bilbao compartimos muchas cosas- y nos dirigimos a Chambo, ciudad donde Joseba Segura -a quien no he podido ver, pues esta mañana había partido ya para Bilbao, ha estado de párroco varios años. Hemos ido a ver una de las iglesias, la dedicada a la Virgen del Carmen. Esta ciudad es famosa por la elaboración de ladrillos, cuya materia prima la obtienen de la tierra de sus campos, y la distribuyen por todo el país.

Ya oscurecido, vamos a la Lom de Quito, desde la que se ve toda la ciudad. Aquí hay un convento de Franciscanos, en el que se distribuyen comidas a los más pobres de la ciudad.
Casas de Lamaná. Antes de subir los Andes.
Ya vamos subiendo los Andes.
ESta es la iglsia de la Virgen del Carmen y aquí m encuentro con mi amiga Vilma.
   




domingo, 26 de noviembre de 2017

26 de noviembre

A la 7 de la mañana tenemos cita para celebrar la eucaristía en una bajera que se ha llenado de gente para cuando hemos llegado. Me siento a gusto en la celebración. Es una gente sencilla, que canta y responde como pueblo reunido en el nombre del Señor.

A las 8 presido de nuevo, con Paulino a mi lado, la eucaristía en la parroquia de al lado de casa, San Antonio de Padua.. La iglesia también se llena y la gente, más de la mitad son jóvenes de menos de 30 años, también tiene una actitud activa, participativa.

A las 10,30h. nos esperan en la iglesia de Mercedes de Jesús, que fundó la primera congregación de monjas ecuatorianas, las Marianitas, y que hoy es beata. Aquí he encontrado un ambiente más frío en la gente, quizá porque los cantos no eran secundados en general y la gente no participaba tanto.

A las 13 h. vamos Paulino y yo a almorzar en la casa de Dulce, una familia muy unida a la parroquia. Hemos vivido un ambiente de familia muy agradable con ellas. Los hombres estaban fuera.
Esta es parte de la gente que se ha reunido hoy para celebrar la eucaristía en el local dedicada a la Inmaculada Concepción.
La cita había sido a las 7 de la mañana.

A las 16,30h. me reuno con los 60 jóvenes que van a recibir el sacramento de la confirmación el 16 de diciembre. Son un grupo de 60 jóvenes de 17 y 18 años. Algunos de ellos muy inquietos, no se pueden mantener en calma, pero la mayoría están atentos. Creo que se puede hacer mucho con ellos, pero yo me voy mañana. Espero que Paulino lo consiga.
A las 19,30h. es la eucaristía última del día -la cuarta-, pero no me ha supuesto ningún cansancio. La iglesia de San Antonio de Padua a revosar y la gente muy atenta, participaba con ánimo. Mucha gente joven también aquí.

Así es la iglesia de San Anonio de Padua.

A las 21,30h. voy con Paulino a una casa situada en un barrio bastante pobre. A ella llegamos por un camino de piedras y tierra prensada. Allí nos encontramos con una señora postrada en el suelo sobre un colchón de goma espuma y cubierta con una especie de sábana. Está diciendo adiós a esta vida. Le rodean u  buen número de familiares, calculo unos 40. Celebro el sacramento de la Unción de los Enfermos y los presentes contestan con un sentido religioso palpable.  
  


25 de noviembre del 2017

A las 6,30h. me despido de Lucho y Luis me lleva al bus que me llevará a Guayaquil, a donde llegaré a las 8,30h. A las 9h. salgo para Quevedo, a donde llego a ls 12,30h.
Paulino, el cura nacido en tierras palentinas pero criado en nuestro barrio de Otxarkoaga, sale a buscarme y con él iré a almorzar en un bar de la ciudad (sopa de carne, unas chuletillas -de vaya Vd. a saber a quíén se las tomaron-, el consabido arroz, que no falta nunca en una comida que se precie en este país y un vaso de zumo de naranja).

Por la tarde nos dedicaremos los dos a quitar el polvo de la iglesia de San Antonio de Padua que está tocando a la casa en la que él vive-. Es un polvo de obra, pues están en ello estos días, que se mete por todos los poros del cuerpo.

A las 18,30 estaremos Paulino, un señor jubilado llamado Walter y yo en la iglesia de la Sagrada Familia, en donde Paulino, con una voz cada vez más estropeada preside la eucaristía. Es un intento de dar de sí todo lo que puede, pero que resulta perjudicial para él.

Volvemos a casa, después de dejar al señor Walter en la suya, y Paulino se quedará también en casa. Viene a buscarme una familia -padres e hija- y en el camino montará una sobrina. O sea que, en el taxi vamos 6 personas y no pasa nada.

Nos dirigimos a una casa particular, en la que una familia -como todos los años por estas fechas-, invita a familiares y amigos -unas 80 personas en total-, a participar en una eucaristía y tener después una frugal colación -unos trozos de fiambre, acompañados de unos panecillos muy ricos y jugo de frutas-. Como no caben todos dentro del recinto de la casa, la mitad de los presentes se encuentran sentados en el camino que rodea la casa.

Después de la eucaristía me pongo a hablar con la gente. Es una gente muy accesible y me encuentro muy a gusto conversando, pero Paulino me tiene que abrir la puerta de casa y no quiero volver tarde.
Iglesia de la Sagrada Familia, en la que Paulino preside la eucaristía.
Después de la eucaristía viene bien una frugal colación. Luego vendrán los diálogos hasta bien tarde-

viernes, 24 de noviembre de 2017

24 de noviembre del 2017

A las 6,15h. nos juntábamos Luis, Lucho y yo en la capilla , donde hemos orado en silencio y concluido con los Laudes. Después, hemos desayunado con tranquilidad.

A las 8h. hemos salido a recorrer los pueblitos del interior en los que desarrolla su misión. Nada más salir de Playas, hemos ido en carro por caminos en general adecentados para no ir a grandes velocidades pero sí con cierta comodidad.

La primera iglesia visitada ha sido la capilla de San Francisco de Asís, situada en el poblado denominado 25 de julio. Es un poblado de invasión, ocupados los terrenos por sus habitantes actuales hace ya de esto 30 años.
De aquí, hemos ido a Pocitos, donde hemos visitado la iglesia de la Divina Pastora. Es un poblado surgido hace 150 años. Allí nos ha recibido el señor Nelson, encargado del cuidado de esta iglesia.
A continuación hemos ido a Sitio Nuevo, población de 150 habitantes que depende civilmente de Guayaquil. La iglesia se eleva bajo la advocación de San Miguel Arcángel.
Después hemos llegado al poblado de San Miguel, Su iglesia está dedicada a María Inmaculado. Es un poblado muy antiguo. Lugar, en tiempos antepasados, con mucho comercio; de aquí se distribuían cantidad de productos a los que legaban de pueblos cercanos.
A partir de aquí, en que las tierras están hambrientas del agua, que les llegará a partir de enero y hasta abril. En estos meses el panorama cambiará totalmente y donde hoy se da un secarral se convertirá en un vergel.
Entramos en San Roque. Esta zona está habitada por manabitas. Es una tierra que cambia radicalmente el rostro y esto es debido al pantano que nace del río Daule. Vamos a casa de una familia y alli nos encontramos con la mujer y las dos niñas pequeñas. Luis tiene una gran amistad con esta familia y con ellas vamos a un campo de su propiedad, donde nos darán una gran cantidad de maracuyá (ideal para hacer jugo), papaya (deliciosa fruta) y sapayo (para hacer una exquisita sopa).
De aquí vamos a la comunidad de San Juan.

Venimos a almorzar a casa y a las 13,30h. salgo con Luis. Esta vez iremos a la costa del Pacífico.
Vamos a la comunidad de Engabao, población de 5.000 habitantes. Está situada a 15 kms. de Playas, camino de la costa. Este es un pueblo famoso, porque además de los perros consabidos en toda población de Ecuador, aquí andan sueltos los chanchos (cerdos). Hoy apenas hemos visto alguno. Los habitantes de esta zona son otra cultura diferente, usan colores más vivos en sus vestimentas. La Iglesia de aquí está dedicada a la Virgen Dolorosa. No hay ventanas en los grandes huecos ya preparados para ponerlas. Serán cristales policromados con motivos de Jesús en su relación con el mar y de la Virgen en su dolor de Madre.
De aquí hemos ido a Puerto Engabao, a orillas del Océano Pacífico, donde hemos visto salir a los barcos, ocupado cada uno de ellos por dos personas, que iban a la pesca del camarón o gamba.
Este es el convento de la comunidad de Playas de Villamil. 
La tierra está ansiosa de que llegue enero. Mientras tanto no ofrece más que grandes cactus.
Esta es la iglesia del poblado de Pocitos. En tiempos pasaos esta zona estaba llena de pocitos, hoy tapados, pues no son necesarios, de los que se abastecía de agua hasta Playas. 
Iglesia de Sitio Nuevo.
A esta imagen de la Virgen la llaman popularmente la cabezona
Esta iglesia, en el poblado de San Miguel, está dedicada a María Inmaculada.
Las casas más antiguas, muchas de ellas abandonadas, estaban construidas totalmente con cañas.
En este pueblo de San Miguel ya están celebrando la Navidad. Estos motivos navideños están realizados
sobre llantas (cubiertas) de diferentes tamaños.
Este es el canal que da vida a esta tierra.
Esta es la iglesia de San Roque, hecha de cañas. Alrededor de ella se está construyendo una de bloques de cemento. Cuando se construya esta segunda, la primera desaparecerá. 
Aquí están Leti con sus dos hijas y Luis. A la derecha de ellos un buen montón de piezas de maracuyá.
Hemos tomado varios sacos de esta fruta tan deliciosa, que luego Luis irá repartiendo por ahí.
Este es un campo de papayas. Se comen sin darse uno cuenta. El agua se aprovecha hasta la última gota.
La puerta de entrada a la iglesia de San Juan, una de las más antiguas de esta zona.
Desgraciadamente no teníamos llave para poder entrar.
Esta es la escuela pública del poblado de San Juan.
Iglesia de San Antonio, muy cerca ya de Playas. 
Iglesia de Gabao. Es la más grande de las que atiende Luis.
Iglesia de puerto de Gabao. La estructura es totalmente de caña.
Presbiterio de la iglesia de puerto de Gabao.
Frente de la iglesia del puerto de Gabao. 
Durante un buen rato hemos estado contemplando cómo introducían, sobre rodillos de madera, los barcos en el mar.
Puerto de Gabao y las barcas en espera de entrar en el mar.
Una vista más amplia de lo que contemplamos en esta atalaya sobre el mar.
Después de volver de Puerto de Gabao, hemos ido a la comunidad de carmelitas de Playas, donde por petición de Luis, he presidido la celebración de la eucaristía.
Esta es la torre de la iglesia de las Carmelitas. Situada en una zona de mucho poder económico,
es una comunidad muy reducida. 
Luis espera la salida de una religiosa para recibir las albas y estolas que le han elaborado las monjas.

A las 19h. h presidido la celebración de la eucaristía en nuestra parroquia de aquí. Después he ido con Roque a presidir otra eucaristía en una pequeña comunidad, en la que he estado muy a gusto.