Desde la situción de violencia que se vive en Ecuador, hoy voy a hablar de la realidad del sistema carcelario en este país. Me parece que se presenta aquí uno de los peores rostros de este país, pero que creo que es necesario expresarlo. ¡Qué bueno sería que esto que voy a relatar se recompusiese humanamente!
El lunes pasado, 27 de septiembre, en la penitenciaria del litoral, en la ciudad de Guayaquil, se produjo un enfrentamiento entre internos de este penal, que produjo la muerte de 118 privados de libertad. Esta es la peor masacre carcelaria de la historia de Ecuador. Por otra parte, este año 2021 es el más violento en las cárceles ecuatorianas. Hasta el 30 de septiembre han muerto de forma violenta 235 internos en los centros penitenciarios. Estas muertes son producidas por disputas de poderes entre bandas dentro de las cárceles.
Esta violencia es producto de una crisis que empezó hace mucho tiempo. En el Ecuador, con una población que no llega a los 18 millones de habitantes, hay 38.000 personas en las cárceles (21 internos por cada mil habitantes).
El año 2019, la situación en las cárceles fue tan grave,que el presidente Lenin Moreno decretó un estado de excepción en las cárceles que duró 90 días. En este intervalo fallecieron 14 personas violentamente en las cárceles.
Las dificultades provienen de la escasez de personal, lo mismo que de presupuesto, así como de una buena reforma carcelaria; además, el aumento de la criminalidad en el país, la corrupción dentro de las cárceles. Ej: El joven -38 años- de quien celebré el funeral el otro día, había matado a dos peronas anteriormente y al salir de la cárcel, dos tiros certeros acabaron con su vida. El sicariato está muy extendido aquí.
Hay bastante gente en este pais que intenta justificar estos hechos violentos diciendo que eran "criminales" y que esto ha sido una especie de autodepuración. Esta convicción es muy peligrosa, pues no va a ayudar a arreglar las consecuencias de la debacle en la que se hunden las cárceles del país.
Ecuador tiene una de las mejores constituciones del Mundo, sobre el papel, pero ¿quién la cumple? Según esta ley, el gobierno tiene el deber de cuidar y proteger los derechos humanos de los presos.
Pero también es responsabilidad de toda la sociedad, pues si se celebra la muerte de otros ecuatorianos, les estamos volviendo a matar.
Aqui ¿y dónde no? la población penitenciaria es tratada como objeto, están deshumanizados y se llega a creer que no merecen la misma dignidad que el resto de la población del país.
Un dato claro que potencia esta realidad es la falta de presupuesto. En 2018, Ernesto Pazmiño, ministro de Justicia y Derechos Humanos dijo que se necesitaban 300 millones de dólares (el dólar de Estados Unidos es la moneda oficial de Ecuador) para el sistema carcelario. El presupuesto de este año es de 63 millones de $ (21% del total necesario) para que el sistema funcione. Se calcula que hay un 70% de déficit de agentes penitenciarios para poder controlar efectivamente a los internos en las cárceles.
Controlar lo que sucede en los centros de "rehabilitación" y garantizar la seguridad de los mismos, que hipotéticamente está bajo control estatal, parece algo imposible.
Hay gran escasez de educadores, médicos, psiquiatras y psicólogos dentro del sistema penitenciario porque no hay dinero para pagarles. Los sueldos de los funcionarios llegan muchas veces con retraso y los alimentos servidos a los internos sufren de graves deficiencias. Los programas de rehabilitación de droga se han ido abandonando.
Otro día escribirè acerca del papel que juega Ecuador en el contrabando de la droga. ¡Es impresionante!
Mientras tanto os dejo con un abrazo hasta la próxima.
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