29 de octubre. Vuelta a las andadas.

     Hoy vuelvo a tomar el camino de la comunicación con vosotros. Desde el día 20 no lo hacía y alguien me lo ha hecho notar. La verdad es que se va pasando el tiempo muy aprisa aquí. Los días están llenos de actividades diversas y uno se olvid de sus compromisos. No lo tomo esto como un compromiso, sino como, lo decía al comenzar a escribir el blog, como casi la única manera de ponerme en contacto con vosotros.

    Pues ahí vamos. 

Vista de la entrada a nuestra casa

    En días pasados hemos tenido aguaceros muy fuertes. Esta es una pequeña muestra de cómo han quedado los lugares por los que transitamos. La forma de llover aquí, no es como en nuestra tierra del Norte. Parece como si alguien abriese las compuertas del cielo diciendo "agua va" y la verdad es que viene. ¡Y cómo!

 

Habitáculos en frente de casa Paula

        Casa Paula es la casa en la que habitan mujeres que han recibido mal trato o bien se encuentran viviendo en ella, escapando de la prostitución. Como decía en algún día anterior, ahí voy los miércoles a dar clases de refuerzo a tres chiquitos. Antes de ayer me fijé en las "casas" que se encuentran delante de la casa. Me llevé una fuerte impresión, pues las condiciones de habitabilidad en que se encuentran sus moradores dejan mucho que desear. 

Vista parcial de la catedral y de los presentes

    El miércoles pasado nos reunimos un grupito de 16 personas para celebrar el Espíritu de Asís, que quiere recordar el encuentro inicial que tuvo lugar el 27 de octubre de 1986 en la ciiudad de Asís, en que se reunieron, convocados por el Papa Juan Pablo II, 71 dirigentes de religiones no cristianas y 25 representantes del episcopado mundial. El objetivo era suscitar un movimiento mundial para orar por la paz. Era la primera vez que se realizaba un encuetro de este tipo aquí, en Coca. Resultó un encuentro muy bonito, de tal manera que en próximos años continuaremos, convocando a más personas. 

Este es el grupo que nos reunimos. El lugar fue la catedral.

        Los jueves por la tarde se nos ha concedido visitar a las personas internas en el hospital civil de Coca -hay otro, militar, en el que todavía no hemos pdddido permiso para entrar, pero lo haremos pronto. Ayer fui con una hermana -la más alta de apaece en la foto anterior-. Aqui podemos visitar a todos los internos. Si hay alguien que no desea nuestra visita, nos lo dice y "buenas tardes". Es muy variada la realidad que contemplamos aquí, pero hubo dos casos que nos tocaron por dentro: un señor al que se le incrustó una piedra en el ojo derecho y que por no disponer de dinero -aquí todo se paga- no va a poder tener la operación necesaria para recuperar su ojo y un señor que estaba junto a su mujer, que estaba totalmente "dormida", que se había tomado un veneno -no hace falta decir para qué-. El señor se mostraba totalmente derrumbado. Intuye que su mujer no saldrá de esta y se va a quedar viudo y con seis hijos pequeños. Son situaciones muy fuertes. El tema del suicidio aquí no es raro. Y no solamente entre las personas adultas, también entre los jóvenes.

    Mañana empieza aquí un puente -aquí llaman feriado- que más parece un acueducto. Nada menos que cinco días de fiesta. La razón es obvia: sábado y domingo, lunes -que puentea- y martes. Aquí está lo novedosos para nosotros. Aqui no se celebra como festivo el día de Todos los Santos y sí, sin embargo, el día de Difuntos.

    En este país hay dos realidades muy fuertes: los robos y las muertes a manos de sicarios -todos los días- y las huelgas y manifestaciones en contra del gobierno. Pero aquí, en Orellana -nombre de la provincia donde estamos- no se dejan notar ni una ni otra y por eso no escribo nada acerca de esto.  

    Bueno, me despido con esto, pero prometo escribir al menos cada tres días.