27 y 28 de NOVIEMBRE DIVERSAS CELEBRACIONES EN LA IGLSIATA

Triciclo multiusos

Este tipo de triciclos, con parasol o sombrilla incluida,  es bastante común en Coca. En la parte delantera llevan una especie de baca, en la que suelen llevar muchas cosas y a veces a toda la familia, mujer o marido e hijos. No alcanzan grandez velocidades, pero son muy prácticos. 

Bautizos en la iglesita de Guadalupe Larriva

El sábado 27, a las 11 de la mañana celebramos el bautismo de 5 niños en este local de Guadalupe Larriva, en las afueras del Coca. Resultó una celebración muy cercana y familiar. La gente, como siempre en estos casos, lucía sus mejores galas.

Grupo de miembros de los equipos de pastoral social  

 El domingo 28 realizamos la asamblea de los grupos de pastoral social o Caritas de Coca urbana -Coca y Sachas-. Nos reunimos 45 personas. El tema que nos reunia hacia referencia a nuestra relación con las personas enfermas. Jackeline -religiosa venezolana- y yo desarrollamos el tema en dos sesiones. Gustó mucho el tema, tanto que nos han pedido que les regalemos un ejemplar con un resumen de lo expresado. Lo haremos con mucho gusto. Nos ofrecimos también a los diversos lugares de los que provenían, para desarrollar estos temas para más gente quee no pudo venir al encuentro.

Una vista de conjunto de los presentes en el encuentro

La que está de pie es Jackeline; como decimos en Nafarroa, ¡buena moza! La gente se mostraba atenta y con ganas de aprender.

Este es el punto más elevado de las carreteras de Ecuador. Está a 4.000 metros de altura

Ayer lunes me tocó viajar desde el E. al O. de Ecuador. Fue un dia de hacer kilómetros, más de 700. El viaje lo hice en un sistema de taxis puerta a puerta. Salí a las 5,40 de la mañana de Coca y llegué a Guayaquil a las 20 horas. Lo bueno es que no me sentí cansado al final de, recorrido. El camino hasta llegar a Quito -310 kilómetros- es tortuoso en gran parte del recorrido, con un montón de baches que obligan a hacer maravillas a los conductores. En un punto del recorrido nos encontramos con un derrumbre y a lo largo de 300 metros nos deslizamos como sobre una pista de hielo. Salimos ilesos y dspuestos a llegar a Quito a la mayor brevedad. Nos tocaba pasar por el punto más alto del recorrido, cerca de Papallacta.

A las 11 de la mañana llegábamos a Quito y aquí hicimos cambio de conductor y de carro. Después de pasar por unas cuestas abajo impresionantes, llegamos a Santo Domingo a las 14 horas y de nuevo cambio de conductor y de carro. Aqui me encontré con una sorpresa: el chófer tenía que recoger unos paquetes para llevarlos a Guayaquil. Como esto iba a suponer una pérdida de tiempo para mí, me invitó a comer en un restaurante mientras él hacía el encargo. Agradecido por el detalle. Después fuimos a recoger a una señora que nos hizo perder una hora, pues en estos viajes tienes que quedar en un lugar y seguir viaje. Pues ella, muy simpática, nos hizo desviarnos del trayecto un buen trecho, para después volver al punto de partida. En fin, ¡para olvidarlo! Lo bueno del asunto es que el chófer había vivido doce años en España, lo cual hizo que entrásemos en una amena conversación e hiciese ameno el resto del viaje.