domingo, 17 de septiembre de 2017

17 de septiembre del 2017

A las 6 horas me encuentro con la hermana Derly, que me lleva a la catedral. A las 6,30 horas tenemos la primera eucaristía de las dos que hoy presidiré hoy. El templo está a rebosar, no cabe un solo alfiler. Nunca he tenido una eucaristía en un templo a esta hora, con tanta gente y tan dispuesta a participar en los cantos, lecturas y moniciones. Después de la eucaristía, la consabida bendición del agua y algo que no me esperaba, un grupo muy numeroso -de unas 60 personas y la mayoría mujeres- que, puestas en fila, pedían la bendición y el abrazo del padrecito. Después,4 personas que deseaban confesarse. En fin, así es la gente de este país, que cada vez me está encandilando más. En todas las misas, también a esta hora, hay un grupo de cantores y guitarras y a veces, otros instrumentos.
Una vista general de la catedral abarrotada de gente a las 6,30 horas de la manñana

Si te fijas bien, el suelo está lleno de botellas de agua que la gente lleva a bendecir
Este es el majestuoso Napo, el afluente más grande del Amazonas. No me canso de contemplarlo
Una vista de la ciudad. En primer plano el MACCO (Museo Arqueológico centro cultural Orellana) en el que han tenido mucho que ver los trabajos de investigación realizados por algunos hermanos capuchinos


No hay comentarios:

Publicar un comentario