21 de Septiembre del 2017

Hoy celebramos el cumpleaños de Mateo, uno de los hermanos de la fraternidad. Cumple 52 años y es el único ecuatoriano del grupo. Hemos comenzado con los Laudes y la eucaristía a las 6,30 horas.

A las 9 hemos tenido la reunión del equipo de catequesis de Coca y algo claro aquí es que mientras yo esté por aquí, soy uno más del equipo. Nos hemos reunido dos curas diocesanos, cinco religiosas y tres capuchinos. La reunión ha sido tranquila pero la realidad de la catequesis en una población de 70.000 habtantes (no 35.000 como en alguna ocasión anterior dije) es muy compleja. Este equipo es el coordinador de un grupo de 270 catequistas y más de 3.000 catequizandos de preparación a la primera comunión y a la confirmación -que aquí la reciben a los 15 ó 16 años-.

Antes del almuerzo hemos tenido un encuentro de oración con los hermanos de la fraternidad de Alejandro e Inés -Txarli, Darwin y Teófilo- para dar gracias a Dios por la vida de Mateo. Al almuerzo se ha unido el párroco de la catedral -Walter- y a la degustación de la tarta, elaborada por nuestras hermanas clarisas capuchinas, se han unido las comunidades de franciscanas y oblatas que viven en el Vicariato.

Este es el grupo que estábamos comiendo hoy. El contenido de las jarras es agua con limón. En todas las comidas este tipo de coladas de frutas diversas es el que se toma. Aunque hoy, y como excepció, hemos tomado vino importado de Chile, que no estaba mal. 

Mateo es el de la izquierda. Somos Mateo, yo, Txarli, Jose Mari, Jesús, Walter y Darwin.

Las religiosas Derly (pruana), Evelin (ecuatoriana), José Mari, Txarli y Mateo. En el Vicariato -toda la provincia de Agarico- trabajamos muy unidos con todas las religiosas y muchos seglares. Es un  gran logro el que se ha conseguido aquí. 

Ya sabeis que no me gusta nada cantar pero me han cogido con la boca abierta.