jueves, 21 de septiembre de 2017

20 de Septiembre del 2017

Hoy he ido al hospital de la Provincia, pues tenía cita con la médico de cabecera. Después de un buen rato de espera (hora y media) me recibe una doctora que parecía que se había criado entre caracoles, dada su lentitud. Total, que debía pedir cita ahora para ir a la dermatóloga. Las citas se dan de 8 a 12 y de 2 a 4 de la tarde. Eran las 12,30 y tenía que aguardar hasta las 2 de la tarde. Me he ido, con un cabrero bastante considerable a casa. El hospital está muy lejos del Vicariato y ya no sabía qué hacer.

Almuerzo con Jesús, José Mari y Mateo. Enseguida ven como me encuentro pues me cuesta estar tranquilo cuando me pasan estas cosas. Al bueno de Jose Mari se le ocurre que vayamos a una médico de pago y eso haremos por la tarde.

Me pongo en contacto,por medio del watshap con Félix, Ricardo, Rosa Mari y José Ignacio, que estén en Otxarkoaga y José Mari y Jesús, que están en el Pardo. Hoy vamos a comenzar nuestros encuentros mensuales. La experiencia ha sido interesante.

Por la tarde voy con José Mari a la consulta de una doctora dermatóloga -Andrea Yanchapaxi-. Desde el primer momento me he sentido acogido y escuchado. Cuando ella ha visto las plantas de mis pies ha descubierto al momento qué es lo que me pasaba: tengo un virus -a saber dónde lo he cogido- que se incrusta en sentido vertical ascendente. Por este motivo, no podía andar sin dolor y sobre todo, cuando pisaba piedras. Me ha echado a presión nitrógeno sobre la zona afectada y he empezado a notar la mejoría al caminar. Tengo que seguir un proceso de tres meses con pomadas y pastillas, pero después de 8 días voy a poder caminar lo que desee. He visitado a un ángel en forma de mujer; muy
bajita pero preciosa en el trato.

He visto esta leyenda waorani en el hospital y aquí lo traigo, porque expresa muy bien el motivo de mi estancia en Ecuador.
    

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