Hoy he ido al hospital de la Provincia, pues tenía cita con la médico de cabecera. Después de un buen rato de espera (hora y media) me recibe una doctora que parecía que se había criado entre caracoles, dada su lentitud. Total, que debía pedir cita ahora para ir a la dermatóloga. Las citas se dan de 8 a 12 y de 2 a 4 de la tarde. Eran las 12,30 y tenía que aguardar hasta las 2 de la tarde. Me he ido, con un cabrero bastante considerable a casa. El hospital está muy lejos del Vicariato y ya no sabía qué hacer.
Almuerzo con Jesús, José Mari y Mateo. Enseguida ven como me encuentro pues me cuesta estar tranquilo cuando me pasan estas cosas. Al bueno de Jose Mari se le ocurre que vayamos a una médico de pago y eso haremos por la tarde.
Me pongo en contacto,por medio del watshap con Félix, Ricardo, Rosa Mari y José Ignacio, que estén en Otxarkoaga y José Mari y Jesús, que están en el Pardo. Hoy vamos a comenzar nuestros encuentros mensuales. La experiencia ha sido interesante.
Por la tarde voy con José Mari a la consulta de una doctora dermatóloga -Andrea Yanchapaxi-. Desde el primer momento me he sentido acogido y escuchado. Cuando ella ha visto las plantas de mis pies ha descubierto al momento qué es lo que me pasaba: tengo un virus -a saber dónde lo he cogido- que se incrusta en sentido vertical ascendente. Por este motivo, no podía andar sin dolor y sobre todo, cuando pisaba piedras. Me ha echado a presión nitrógeno sobre la zona afectada y he empezado a notar la mejoría al caminar. Tengo que seguir un proceso de tres meses con pomadas y pastillas, pero después de 8 días voy a poder caminar lo que desee. He visitado a un ángel en forma de mujer; muy
bajita pero preciosa en el trato.
He visto esta leyenda waorani en el hospital y aquí lo traigo, porque expresa muy bien el motivo de mi estancia en Ecuador. |
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