sábado, 9 de septiembre de 2017

8 de Septiembre del 2017

Nos levantamos a las 6 para celebrar, con un buen número de hermanos, los Laudes del día de la Natividad de la Virgen. Se respira un ambiente de fraternidad muy bonito.
Un brindis en el desayuno, tomando agua de coco. ¡Salud!

Las torres de la catedral cayeron sobre el edificio y ahora las están reconstruyendo. 
A las 10 horas, comienza la cita que nos ha movilizado a un buen número de hermanos y mucha gente amiga para llegar hasta Portoviejo. En una celebración de la eucaristía, presidida por el arzobispo de la diócesis, Monseñor Lorenzo Voltorini -italiano- van a ser ordenados de diáconos tres hermanos capuchinos del Ecuador. La celebración resulta emocionante por momentos, aunque como tienen por costumbre estos hermanos, D. Lorenzo aprovecha para hablarnos de lo divino y de lo humano.

Tras el almuerzo, celebrado en el jardín del convento, nos toca despedirnos y salir rumbo a Quito y posteriormente a Coca. Salimos a las 14,30 horas y vamos ascendiendo poco a poco. Se nos hace de noche cuando atravesamos la ciudad de Santo Domingo -larga donde las haya-. A partir de este momento, la circulación se hará muy pesada en ocasiones. En una carretera de tanta circulación, gran parte del recorrido realiza en una vía de subida y otra de bajada. Hay veces en que los camiones que van bajando hacia la costa, plagados de luces verdes, blancas, azules o rojas, dan una fuerte impresión. La velocidad de ,la marcha a veces se hace muy lenta y hay que tener mucha serenidad, de la que da muestra el chófer que conduce la furgoneta en la que vamos. Por otro lado, en Ecuador no se puede conducir a más de 90 por hora, según marca la ley.

Llegamos a Quito a las 21 horas y a la estación de Quilumbe a las 21,30h. A las 22 horas ya salimos en bus hacia Coca. Los autobuses de Ecuador, en su mayoría, son mucho más cómodos y amplios de los que tenemos en nuestra tierra. Y además, mucho más baratos. De Quito a Coca hay 360 kilómetros y el precio del billete es de 12 dólares,  pero los jubilados -como yo- así como los discapacitados, tenemos reducción a la mitad del precio. Cuando Darwin -vuelvo a Coca con él y con Txarli- va a pedir mi billete, el señor de la ventanilla le pregunta qué discapacidad tengo. Parece ser que no doy el aspecto de jubilado, ¿quizá sí de discapacitado?

Salimos a las 22 horas y llegaremos a Coca a las 4,30 horas de la madrugada. Si de Portoviejo a Quito hay 430 kilómetros y de Quito a  Coca 360, menos de 3 días hemos recorrido 1.580 kilómetros, que pueden ser casi 1700. Hemos pasado de 200 metros -altitud de Coca- a 3000, para bajar después al nivel del mar y vuelta. ¡Una soba! He caído en la cama rendido y me he pegado a las sábanas más de 3 horas, pero ya estoy dispuesto a seguir el camino.


En la iglesia de nuestra comunidad de Portoviejo, la ordenación de los tres nuevo diáconos.

En el jardín de la comunidad, hacemos realidad el dicho "de la misa a la mesa"
Esta es la torre de nuestro convento de Capuchinos. No sufrió ningún desperfecto con el terremoto.

 

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