A las 6h. nos juntamos y después de rezar los Laudes, vamos los cuatro de la comunidad al monasterio de las Clarisas Capuchinas. La comunidad está formada por ocho mejicanas y dos ecuatorianas, celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de Méjico y de toda América Latina. Celebramos la eucaristía con los dos obispos Jesús Esteban y Adalberto- y miembros de las comunidades de vida religiosa y sacerdotes diocesanos de Aguarico. Las canciones tienen un ritmo mejicano muy bonito.
Después de la eucaristía vamos a desayunar en la sala de encuentros y tenemos un rato largo de charla mientras degustamos la tarta enorme, junto con otros elementos comunes a todo desayuno que se precie, y que han preparado las hermanas con un gusto exquisito.
Vuelvo a casa con Walter, párroco de la catedral, comentando mi estancia estos meses aquí.
Al almuerzo nos juntamos los cuatro de la comunidad y vamos viendo la realidad de las comunidades de Ecuador, lo cual no es muy esperanzador.
A las 18h. nos juntamos José Mari, Mateo y yo. Tras n rato de oración, rezamos las Vísperas y merendamos. Después, andando y a buen paso, vamos a la catedral. Hoy presido la eucaristía pues ya me despido de la gente del movimiento Juan XXIII. Me he sentido muy a gusto con ellos y ellas. Al final, abrazos y la frase de siempre "no se vaya". Hay mucho cariño en estas gentes.
Me quedo a escuchar a Adalberto en la charla, muy interesante, que nos ha dado a los que nos hemos quedado después de la eucaristí.
Vamos a un restaurante de la ciudad, pues un matrimonio del movimiento Juan XXIII nos invita a merendar a Adalberto, Mateo y a mí, como despedida. Es de agradecer estos detalles.
Durante la celebración de la eucaristía en el monasterio Nuestra Señora de Guadalupe de Coca. |
Esta imagen presentaba el comedor durante el desayuno. |
Monseñor Adalberto dando la charla en la catedral a los miembros de la asociación Juan XXIII |
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