miércoles, 13 de diciembre de 2017

12 de diciembre del 2017

A las 6h. nos juntamos y después de rezar los Laudes, vamos los cuatro de la comunidad al monasterio de las Clarisas Capuchinas. La comunidad está formada por ocho mejicanas y dos ecuatorianas, celebramos la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de Méjico y de toda América Latina. Celebramos la eucaristía con los dos obispos Jesús Esteban y Adalberto- y miembros de las comunidades de vida religiosa y sacerdotes diocesanos de Aguarico. Las canciones tienen un ritmo mejicano muy bonito.

Después de la eucaristía vamos a desayunar en la sala de encuentros y tenemos un rato largo de charla mientras degustamos la tarta enorme, junto con otros elementos comunes a todo desayuno que se precie, y que han preparado las hermanas con un gusto exquisito.

Vuelvo a casa con Walter, párroco de la catedral, comentando mi estancia estos meses aquí.

Al almuerzo nos juntamos los cuatro de la comunidad y vamos viendo la realidad de las comunidades de Ecuador, lo cual no es muy esperanzador.

A las 18h. nos juntamos José Mari, Mateo y yo. Tras n rato de oración, rezamos las Vísperas y merendamos. Después, andando y a buen paso, vamos a la catedral. Hoy presido la eucaristía pues ya me despido de la gente del movimiento Juan XXIII. Me he sentido muy a gusto con ellos y ellas. Al final, abrazos y la frase de siempre "no se vaya". Hay mucho cariño en estas gentes.

Me quedo a escuchar a Adalberto en la charla, muy interesante, que nos ha dado a los que nos hemos quedado después de la eucaristí.

Vamos a un restaurante de la ciudad, pues un matrimonio del movimiento Juan XXIII nos invita a merendar a Adalberto, Mateo y a mí, como despedida. Es de agradecer estos detalles.
Durante la celebración de la eucaristía en el monasterio Nuestra Señora de Guadalupe de Coca. 
Esta imagen presentaba el comedor durante el desayuno.
Monseñor Adalberto dando la charla en la catedral a los miembros de la asociación Juan XXIII 

 
 

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