13 de diciembre del 2017

Con el horario de siempre, hemos rezado los Laudes y celebrado la eucaristía.

A las 7,30h. nos habíamos citado los curas diocesanos, comunidades religiosas y algunos seglares del Vicariato de Aguarico para despedir en un desayuno a Mons. Jesús Esteban Sádaba, que después de 27 años al frente del Vicariato de Aguarico parte para España, con el objetivo de vivir un año sabático. ¡Bien merecido lo tiene!

He estado reunido con Antonio -director del colegio Gamboa-. Tiene que salir a la costa, al funeral de una tía suya, y me ha dado trabajo para realizar dos reuniones mañana (preparación de bautizos) y pasado mañana (con padres y madres de los chavales de catequesis). Aquí hay trabajo hasta el último día.

De 11,30h. a 16h. he estado contactado por skype con Otxarkoaga (Ricardo, Félix, Rosa Mari y José Ignacio) y El Pardo (Jesús). ¡Una buena sentada!. Seguimos con el libro de Franz Rosenzweig y los temas de José Ignacio (el de hoy era sobre el pasaje de la cananea -Mt 15,21ss-). Temas profundos.

Parte del grupo de pastoral familiar en la cena de ayer.

Estas son las parejas con las que más relación he mantenido en estos
meses de estancia en el Coca:Jaime,Melba,Marce y Rafael.  

Esta es una parte del grupo de pastoral familiar del Vicariato.

A las 18h. me reuno con Mateo para tener un rato de oración y rezar Vísperas. Después, me reuno con Charles y junto con Rafael, Marcela y sus dos hijos vamos a la casa de encuentros de la Florida. Aquí tenemos la reunión con las parejas de pastoral familiar del Vicariato. Son 9 parejas que se reúnen semanalmente con una fidelidad enorme. Entre ellas han asumido el realizar la novena del Niño desde el viernes. Hemos seguido con la lectura de la Amoris Laetitia del Papa Francisco. Para concluir, hemos tenido una bonita cena con una especie de paella. Una pareja, a la que he acompañado a resituar su matrimonio, me ha regalado una barquita en miniatura. Están felices.

Este aspecto ofrecía el comedor del Vicariato en la despedida de quien ha sido su obispo durante 27 años. Jesus Esteban Sádaba, de Pamplona. Es el que mira directamente a la cámara.