jueves, 7 de diciembre de 2017

6 de diciembre del 2017

Salimos a las 8,30h. los dos obispos, Washo y yo hacia la isla de Pompeya. En Sachas tomaremos un camino de los típicos de esta zona. Adalberto dice que es bueno para masajear el cuerpo, además es gratis. Es curioso, porque después de 10 kms. de camino de piedras y barro, nos encontramos con una carretera muy buena, estrecha pero sin baches.

Finalmente, llegamos a la comunidad de las Lauritas, que como tantas otras, se fundó el siglo pasado en Colombia. Allí tendremos una celebración muy entrañable. Nos juntamos un buen número de religiosas, con la provincial de Ecuador a la cabeza; además de los dos obispos, un futuro sacerdote del Vicariato, Washo yyo.

Dentro de la celebración de la eucaristía, Irene -una joven kitxua, va a renovar su profesión de vida religiosa. Antes de ello, y puesta de rodillas, pedirá consejo a sus padres y después, ante su madre provincial emitirá su renovación de votos. Irene es una joven muy entrañable, que va abriendo el deseo de incardinación de la vida religiosa entre los nativos de Aguarico.

Después de almorzar, vamos a ver el museo CICAME (Centro de investigaciones culturales de la Amazonia ecuatoriana). Se abrió el año 1975, por los hermanos Capuchinos que en aquella época vivían aquí. Es una preciosa muestra de las culturas originarias de esta tierra (omaguas, shwars, kitxuas, uhaos, sionas y secoyas). Es el origen del museo MACCO que se encuentra en Coca.

Nos hemos acercado después a contemplar el majestuoso Napo. Es una vista preciosa la que desde aquí se nos ofrece.

Después de despedirnos de las hermanas, hemos ido a la provincia cercana de Sucumbios, concretamente a Shushufindi. Aquí vivieron nuestros hermanos capuchinos, en la casa que ahora habita una comunidad de Franciscanos conventuales polacos. Hemos tenido un bonito encuentro con ellos.

A las 16,30h. hemos vuelto hacia casa, pasando por el precioso pueblo de Sachas. Adalberto es un excelente conductor, esperemos que conduzca tan bien la nave de la Iglesia de Aguarico. Sus antecedentes son muy positivos.

A las 18h. salgo con las hermanas Derly y Violeta hacia Taracoa.  Tras 37 kms. de bastante buena carretera, llegamos a esta población enclavada en la selva. En la iglesia de este poblado  nos reunimos con un grupo de 21 jóvenes (dos de ellos ya se han ido a vivir juntos a sus 18 años). Me toca dialogar con ellos y ellas y hemos dialogado sobre los valores a vivir en este tiempo de Adviento. Algunos eran muy jovencitos -15 años- y se encontraban un poco distraídos, pero en su conjunto, han estado muy atentos.

Tras despedirnos de los jóvenes, hemos estado en la casa de los padres del muchacho que ya se ha independizado. La madre no entiende nada pero otra vez se cumple aquello de que "el amor tiene razones que la razón no entiende". Esta es una familia muy maja, pero...

Tomamos rumbo a Coca,  donde llegamos pasadas las 10 de la noche. La cama dice que me espera y yo la tomo con mucho cariño.
Este motivo centraba la celebración. La barca, que durante mucho tiempo fue altar, ahora sobre ella está pegada la palabra "castidad", a los lados "pobreza" y "obedeincia". Es el compromiso de vida de Irene.
Irene rodeada de sus padres, los obispos en primer plano de espaldas.
Después de pedir el consejo de su padre, Irene pide ahora el de su madre.
Una foto de los y las presentes en la celebración. 
En el CICAME, además de muchas otras cosas, aparecen estas lanzas. Todas ellas
entraron en cuerpos de personas a las que hirieron y en muchos casos mataron.
Esta es la Iglesia que hasta el 2008 fue de los Capuchinos y ahora está en manos de los Franciscanos Conventuales. 
Más o menos poblado de vegetación, pero esto es lo que hemos ido viendo a lo largo de todo el recorrido de esta mañana. 
   
      

No hay comentarios:

Publicar un comentario