Joseba M. Bakaikoa Escala

lunes, 14 de agosto de 2017

14 de Agosto del 2017

A las seis de la mañana, con un abrazo, me despido de Jesús. Va a estar un mes en Logroño, donde vive su familia. Estos días estaré solo en la fraternidad, pues Mateo ya hace algunos días que se fué y Jose Mari vendrá el viernes o sábado de Pamplona. Lo de solo es un decir, pues han estado por aquí Txarli y Guzmán director del hospital de Rocafuerte, al cual quiero llegar algún día. De momento me quedo en Coca, pues como dice Jesús "esto nos permite coger vacaciones sin mayores preocupaciones". Estoy de acuerdo, pues el trajín que se lleva en el Vicariato es merecedor de un buen descanso.

A las siete vienen a buscarme Melba y Jaime, matrimonio con el que, en la ausencia de Jesús, voy a tener u programa de radio en Radio Yasuni, la emisora de la Municipalidad. Es curioso, en una emisora civil, vamos a tener un programa radiofónico netamente católico, en el que con la ayuda de la Carta del Papa Fancisco "La alegría del Evangelio", vamos a ir profundizando en cuestiones referentes a la familia y las diversas realidades que presenta en nuestra sociedad y cómo afrontarlas.

Por la tarde he estado en la reunión de final de curso del grupo de pastoral social de la Diócesis, englobado en la línea de Cáritas de Ecuador. Ha sido una reunión muy sencilla, en la que se han despedido dos mujeres, una de ellas italiana y la otra ecuatoriana, que han colaborado durante uno y dos años en lo que se ha ido realizando a nivel social en el Vicariato de Aguarico. En septiembre volverá a comenzar el curso y me he ofrecido a colaborar en lo que se vea necesario.Cada vez me siento más vinculado con esta tierra y sus habitantes, pero sé que llegará el 22 de Diciembre, más pronto de lo que ahora me imagino y tendré que decir adiós. Así es la realidad y se trata de asumirla.