24 de Agosto del 2017

Por la mañana, he estado rellenando fichas de matrículas del bachillerato del colegio Padre Miguel Gamboa. Es un trabajo que exige mucha atención y que trae consigo el conocimiento del profesorado del centro y de los alumnos y alumnas además de sus madres -generalmente ellas son las que acuden con sus hijos-.

Por la tarde he ido con Alberto -el cura bizkaitarra del Vicariato- a una comunidad situada a unos 30 kilómetros de Coca, llamada asociación de Payamino (río afluente del Napo). El camino hasta llegar allí es bueno hasta la salida de Coca, luego es un camino de piedras en el que si te toca la mala suerte de encontrarte con un camión que va por delante, el llenarse todo de polvo es algo natural como la vida misma y eso nos ha pasado a la vuelta de Payamino. Por el camino hemos visto una refinería en la que se extrae el agua que acompaña al petróleo. Al llegar a Payamino nos hemos encontrado con unas casas dispersas en un poblado pequeño y la iglesia, pequeña también. Aquí Alberto celebra la eucaristía cada dos jueves, a las 4 de la tarde. Hoy faltaba gente que normalmente suele aparecer, y hemos estado 4 adultos, 3 jóvenes y 4 niños. A mí me deja pensativo la pastoral que se desarrolla en Aguarico -kilómetros y kilómetros recorridos, muchas veces en condiciones difíciles, para al final reunirte con un pequeño grupo para celebrar la eucaristía. Aquí no hay efectividad, son otros los valores que se ponen en juego: los últimos serán los primeros.

ESte es el camino que nos ha llevado de la carretera de Coca a la Asociación de Payamino.
Por aquí pasa el autobús, que hará unos cuantos kilómetros más y volverá al Coca.   

Esta es la iglesita de Payamino y algunas de las personas que participaron en la eucaristía.

Esta es una típica casa de la zona. La gente vive del campo y producen maíz, aceite de palma; además de chanchos (cerdos) y ganado vacuno. 

Este es un árbol llamado tutuma o pilche. La cáscara de su fruto se utiliza como cuenco para tomar la chicha  

Esta es la planta de Petroamazonas. Aquí se le quita el agua al petróleo y después se traslada por medio de grandes tuberías hasta su destino final en la zona de Esmeraldas (a orillas del Pacífico)

Al volver hacia Coca hemos visto en varios lugares un buen número de maquinas que no se están utilizando para nada, porque no se está extrayendo petróleo en la medida de lo que hace unos años se pensó. ¿Cuál será el futuro del Aguarico?