Tras el almuerzo y las despedidas de los hermanos, junto con Emilio -de la comunidad de Guayaquil- y Luis -de la de Playas-, salimos a las 13,30 horas hacia Guayaquil. Todo va bien hasta que en un cruce del camino, la policia nos obliga a desviarnos y durante más de una hora vamos a ir por caminos de quinto orden, hasta salir de nuevo a la carretera principal. No tenemos ni idea de lo que ha pasado, pero hemos perdido un tiempo precioso. Al regresar a la carretera principal -una buena autopista-, volamos. Con todo, llegaremos poco antes de las 10 de la noche a Guayaquil.
La ciudad tiene unas avenidas de seis carriles. Es más moderna que Quito, pero no es tan atractiva. Despedimos a Luis y merendamos antes de acostarnos. Mi cuerpo no pide más que descansar.
Cuando estoy en la cama, sobre las 23,30 horas, siento que la cama tiene un ligero movimiento y como ya estaba avisado de lo que había sucedido por la mañana, donde el temblor de tierra hizo desocupar centros y domicilios en algunos lugares de la ciudad, tranquilamente he seguido durmiendo.
Por el camino de cabras por el que transitábamos vimos esta iglesia y me parecieron muy curiosas sus torres. |
En el camino de Quito a Guayaquil nos encontramos con esta preciosidad que tiene nieves perpetuas. Es la montaña más alta de la tierra (lee en Google lo que dice de esta maravilla de la naturaleza. |
Te dejo a tí que te dejes llevar por los sentimientos que te produce lo que ves. |
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