jueves, 23 de noviembre de 2017

22 de noviembre del 2017

Nos reunimos a las 6 h. en la capilla un buen numero de hermanos para celebrar la Liturgia de las Horas y la eucaristía. Nos preside Benjamín Echeverria -provincial de la provincia de España- y le acompañamos Carlos Coca -ecónomo de la misma-, DickRamirez -custodio de la Custodia de Ecuador, los hermanos de la comunidad de Guayaquil -Juan, José, José Antonio -que el 1 de diciembre vuelve a España-, Emilio y yo. Una celebración sencilla pero con calor de fraternidad.

A las 9,30h. -esta previsto para las 9- (nuevamente se cumple el horario ecuatoriano, que raramente coincide con el previamente establecido), nos reunimos en el auditorio común para colegio y dispensario, para la inauguración del dispensario en su nueva configuración. Están presentes los cuadros directivos de ambos centros, médicos, docentes, un grupo de enfermos y otro de estudiantes.
Los discursos de rigor, actuaciones de alumnas danzando y declamando poesías de autores ecuatorianos y una profesora que canta una canción a esta preciosa tierra. Benjamín bendice el centro con oraciones ad hoc y se nos entrega un bocadillo y una bebida refrescante.

La comida de hoy, en la que nos juntamos los mismos que nos hemos reunido para la celebración de la mañana, ha sido muy bien preparada por la cariñosa cocinera del convento.

A las 15 h. salimos hacia el aeropuerto, para despedirles a Benjamín y Carlos, que vuelan a Quito y de aquí a Madrid y seguimos en dirección a Playas de Villamil Juan JIma, Dick y yo. La carretera es muy buena y en medio del camino hacemos una parada para tomar agua de coco, apetitosa.

Al llegar al convento de Playas nos encontramos con Roque, Luis y Lucho, los tres hermanos que forman la comunidad de esta ciudad de 60.000 habitantes, a orillas del Océano Pacífico. 
Estamos un buen rato de cháchara y después, salgo con Roque -en taxi, pus a él le cuesta mucho caminar- a recorrer la ciudad. Entramos en un gran centro comercial y desde su terraza oteamos el mar en la lontananza, pus ya se ha hecho de noche y no se ve mucho.
Una vista de las personas presentes en el acto de bendición
de los locales del dispensario
El hermano Juan Jima, director del dispensario y del colegio entrega a Benjamín Echeverría una placa de agradecimiento.
Pared del aeropuerto de Guayaquil
Hay que chupar con fuerza el agua del coco. 
Esta es nuestra parroquia de Playas de Villamil 
 

     

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