miércoles, 18 de octubre de 2017

17 de octubre del 2017

Hoy ha sido un día de reunión con un objetivo:  Realizar un taller de estrategias para la resolución de conflictos en la zona de amortiguamiento entre waos, colonos y pueblos en aislamiento voluntario -Tagaeri y Taromenane-. Ha sido un encuentro en el que han tomado parte dos técnicos llegados de Quito, los agentes de pastoral  y los miembros de la Fundación Labaka, que trabajan en contacto con estas realidades, junto con un matrimonio de Aoiz, que está haciendo una experiencia hasta mediados de diciembre y yo, que me apunto a todo. Se trata de trabajar en conjunto para unir esfuerzos, sabiendo que un conflicto es una oportunidad. Ha sido una jornada de mucho pensar, pero al final ha salido un plan de trabajo para un futuro en el que yo no estaré aquí presente.

A las 19 horas he ido con Mateo, Juan Carlos nos ha llevado, a la catedral. Hoy me he vuelto a encontrar con personas que están sufriendo mucho, sobre todo por cuestiones de relación con otras personas de su entorno de vida. Me ha impactado el sufrimiento de una niña de 12 años enamorada de un chico de 16, que forma parte de una banda violenta aquí en el Coca. Así mismo, una mujer amargada de la vida que se prostituía y no terminaba de encontrar a nadie que la quisiese. Me resultan situaciones que lleva tanta carga, que me cuestionan mucho si lo que oyen de mí les pueda servir para retomar sus vidas, que es lo que intento y en el fondo, mi deseo.
Valeria vino de Quito a expresarnos junto con   cómo resolver conflictos
Parte del grupo reunido ayer 
En los paneles aparece el fruto de lo trabajado durante todo l día. 


 


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