7 de Octubre del 2017

Hoy nos hemos reunido en el pequeño oratorio de la comunidad 27 personas. No había sitio material para tanta gente: novicios con sus educadores, los hermanos de las comunidades del kilómetro 50 y de Guayacán, las hermanas franciscanas y los hermanos de la comunidad de aquí. Ha sido una bonita experiencia de comunidad ampliada.

Por la mañana nos hemos dedicado a recoger cosas que ayer tenían pleno sentido, pero hoy ya no tanto. Ha sido una bonita colaboración entre unas cuantas hermanas y hermanos.

Tras el almuerzo en el Vicariato, una buena siesta reparadora.

A las 6 de la tarde me han venido a buscar un matrimonio con sus dos hijos. En la iglesia de San Antonio, atendida por las hermanas Escolapias, hemos celebrado el primer aniversario de un señor que fue atropellado cerca de su casa cuando volvía del trabajo a su domicilio. Ha habido un buen grupo de familiares y amigos de la familia, pero no ha comulgado nadie. Cosa rara en esta ciudad.

A las 7,30 horas estaba en la catedral, pro ha presidido el obispo de Copiapó (Chile), Monseñor Aós.
Yo h confesado a una mujer joven, enferma de cáncer y a la que el marido le es infiel una vez y otra. Su respuesta a mi cuestionamiento ante esta realidad: ¿y a dónde voy a ir? Continúo en mi casa y ahí estoy segura. Esta es la realidad de esta pobre mujer. Los comentarios sobran.

A las 8,30 he ido al MACCO, donde he asistido a una presentación de un grupo llamado Narcóticos Anónimos y que tiene un programa"Viaje sin retorno al pasado". Es muy parecido a Alcohólicos Anónimos, pero con referencia a todo tipo de drogas. Me ha parecido muy curioso que se iba presentando cada uno /muchos chicos y dos chicas) con su nombre y con el tiempo que llevaba en abstención de todo tipo de drogas (desde 21 años a 26 días).

Esta es la entrada a la casa de encuentros del Vicariato. La hermaa del centro se llama Blanca. Es colombiana y muy agradable.

Este es uno de los lugares donde nos reunimos los grupos. Sobran explicaciones.

   

Todos los que han salido del mundo de los narcóticos formando  un círculo en señal de apoyo mutuo.

Salen uno a uno indicando de mayor a menor el tiempo en que han salido ya de las drogas.