jueves, 26 de octubre de 2017

26 de octubre del 2017

Rezamos Laudes y celebramos la Eucaristía en comunidad. Después de desayunarnos bajamos en coche hasta el colegio de San Francisco; Mario, un servidor a todo tiempo y lugar, nos lleva allí-; poco después, saldremos a dar una vuelta por el centro de la ciudad. Todo es precioso aquí, lleno de historia.
En una tienda, después de hacer un  pequeño regateo con el dueño, me compro un poncho por 17 $. Continúo recorriendo la zona y me encuentro de repente en una plaza muy coqueta, la plaza pequeña pone en un cartel. Empiezo a ver policías con cascos y escudos, pero en un plan muy tranquilo.

Continúo caminando y me encuentro de repente con la plaza grande. En esta plaza están los edificios de la municipalidad, (ante el que se estaban manifestando los trabajadores del metrobus de Quito, protestando por los chanchullos organizados para elevar a puestos de responsabilidad a gente que ni siquiera ha pasado ninguna oposición y que gana unos sueldos de impresión. ¿Os suena algo parecido en España? Es que hace ya mucho tiempo que estoy fuera y... ) y el palacio de Carondelet, donde reside el presidente -en este momento, el señor Lenin Moreno. La plaza grande y alrededores está totalmente colapsada por gentes del campo, llegadas  de todo el país, con el fin de agradecer al presidente y al ministro que ha trabajado por conseguir este derecho, el haber establecido un seguro que cubre diversos gastos que hasta ahora no lo estaban. ¡Precioso! La gente apoya al gobierno, porque está dando pasos en favor de los más indefensos del país.

Ayer fue un día también precioso para Orellana. Después de más de un mes en paro, los obreros de las petroleras ya han conseguido que se responda adecuadamente a sus demandas-. El ministro del petróleo, esta vez sí, ha estado presente en la firma del acuerdo. Yo estoy contento por ello y también, porque mis hermanos capuchinos de las dos comunidades de la zona, han estado presentes durante muchos momentos, también el obispo -que es capuchino-. Un ejemplo a seguir.
Así celebraban ayer los shwars el acuerdo conseguido en el asunto de las petroleras. 
Entro en un conjunto de restaurantes y tiendas que se emplazan en lo que anteriormente fue el palacio arzobispal. Allí me encuentro con Darwin y Alba -religiosa oblata que conocí en Coca-. Ella nos pone al tanto de las mafias que hay en Quito, que son capaces de extorsionar a cualquiera, si ese cualquiera tiene algo que les interese, lo cual sucede con un terreno que tiene su orden en Quito.  La conversa (así se dice aquí) con ellos es muy agradable, pero quiero recorrer la ciudad y sigo mi camino. Deseo ver la catedral, pero está en obras y no se puede ver. Otra vez será.

Me topo, sin saberlo, con el Centro Cultural Metropolitano. Es un edificio  antiguo, pero muy bien remodelado. En él veo una exposición que a lo largo de varias salas va mostrando con el tema de "la intimidad es política", algo que es muy cierto y es que "desde que nacen, las mujeres reciben un mandato de sumisión que les ha obligado a ocupar históricamente un lugar secundario y dependiente respecto a los hombres". Me ha impactado.

Almuerzo en el restaurante de este centro -una frugal colación- y me encamino al convento de San Francisco, donde tendremos la cuarta jornada de esta semana. El tema de hoy es "cómo hacer realidad hoy el sueño de Francisco de Asís, de reparar la Iglesia que somos todos". Hoy han llegado hermanos y hermanas de Bolivia, Colombia y Paraguay.

La intención de recorrer las calles de Quito por la noche (sigue anocheciendo a las 6 de la tarde) se ha visto truncada por un aguacero que impedía hasta caminar por las calles. Hemos subido en taxi al convento y tras merendar, cada cual a lo suyo.
Este es el conjunto de restaurantes y tiendas que se han construido en lo que fue el palacio arzobispal.
Esta es la plaza grande de Quito vista desde  el Centro Cultural Metropolitano  


La plaza estaba resguardada por grupos de policías en plan paciíico y con el fin de permitir pasar los vehículos por la calzada
Este es el palacio de Carondelet. En el balcón está el señor presidente y sus ministros.
Visión de Quito desde el Centro de Cultura municipal
 
Esta es la terraza del restaurante del Centro Cultural Metropolitano


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