lunes, 30 de octubre de 2017


30 de octubre del 2017

Llegamos a Coca a las 4,15 horas de la madrugada. Nos ha costado casi 7 horas el hacer estos 360 kilómetros. El bus era cómodo, pero la carretera no está muy buena para tomar grandes velocidades.
Germán y yo nos llevamos una sorpresa cuando no vemos a Darwin. Germán va a buscarlo y lo encuentra dormido en el bus. Las almas benditas duermen plácidamente en las manos de Dios.

A las 6 me levanto y participo en los laudes y en  la eucaristía del grupo de siempre. Txarli nos acompaña. Después nos desayunamos con una conversación muy agradable y fraterna.

Hoy ha sido un día tranquilo, de descanso y recuperación de fuerzas.

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