lunes, 9 de octubre de 2017

8 de Octubre del 2017

Hoy es un día de excursión y de encuentro con las comunidades de la Via Auca.

Al salir del Vicariato me encuentro con un señor que va caminando por la acera, vestido con una bata blanca y con un carrito en el que debe llevar un buen número de frasquitos cúralo todo, va diciendo que viene de Lago Agrio (provincia de Sucumbios, al norte de Aguarico) y que cura todas las enfermedades. Nunca había visto a un"doctor" que ofreciese sus servicios de esta manera. En fin, ver para creer.

A las 10 horas me vienen a buscar Marce y Rafael (del grupo de pastoral familiar de la diócesis) con sus dos hijos, Matías y Santiago. Vamos encaminados a tomar la Vía Auca, la más transitada en la ruta petrolera. En el kilómetro 8 nos encontramos con el zoológico de Coca. Vamos caminando y al mismo tiempo, nuestra decepción va aumentando. Apenas si vemos algún animal a lo largo del recorrido (la mayoría, desconocidos para mí). La situación en la que se encuentra este lugar es lamentable: caminos nada cuidados, jaulas en mal estado, una pena. Pero me pregunto ¿cómo no nos cobran nada en la entrada y está el zoológico en semejante estado? Hay cosas que no comprendo.

Llegamos a continuación a la comunidad de capuchinos denominada Alejandro e Inés, donde nos reciben los hermanos Darwin y Teo. Son dos capuchinos ecuatorianos muy majos. Subimos a la capilla situada frente a la selva en la que entregaron sus vidas Inés y Alejandro. Cantamos una canción preciosa en recuerdo a ellos "En esta selva" y rezamos la Hora Intermedia. Después, bajamos a la casa en la que almorzaremos y echaremos una reparadora siesta.

Tras tomar café acompañado de un buen trozo de bizcocho, nos despedimos de los dos hermanos y llegamos a orillas del río Tiputini, que desembocará en el gran Napo. Aquí se bañarán los niños, felices. Después nos dirigimos a visitar otras comunidades y en la carretera vemos a otro capuchino, una religiosa de los Sagrados Corazones y un joven que vive entre nosotros, experimentando la vida capuchina. Ellos venían desde una comunidad en la que habían celebrado la eucaristía. Varios kilómetros andando bajo un sol achicharrante. Nuevamente llevamos varios días sin llover nada.
Han montado en el carro y con ellos hemos ido a la comunidad de las religiosas, donde hemos compartido un  buen rato, tomando una agua de moras riquísima.

Posteriormente, hemos ido a otra comunidad de capuchinos y después de ver la casa y al hermano que estaba en ella, con él y con otro capuchino chileno, que anduvo 7 años por estas tierras, hemos regresado a casa, cansados pero contentos.

En casa nos hemos reunido un buen número de hermanos; entre otros, el nuevo obispo Adalberto. Se encuentra uno a gusto en este ambiente.   

A la izquierda los dos capuchinos ecuatoriano. La familia y yo con la gorra en la que pone "Alejandro e Inés". 
Aquí estamos todo el grupo.

Detrás de nosotros, la casa donde vive la comunidad de tres hermanos. Txarli, el que falta, estaba en Coca. 
Rafael y yo nos encontramos en un bar situado a la orilla del río Tiputini. Toda la estructura es de madera.
Cuatro religiosas de los Sagrados Corazones. La familia de Rafael y dos capuchinos el de la izquierda es ecuatoriano.

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